La Familia: Cimiento Divino de la Sociedad
En un mundo donde las estructuras sociales parecen tambalearse, la familia emerge no como una simple unidad, sino como un diseño sagrado, un cimiento divino de la sociedad, la célula vital ordenada por Dios para tejer el tejido de la sociedad. El Concilio Vaticano II la llamó «Iglesia doméstica» (Lumen Gentium, 11), un espacio donde la fe se transmite, el amor se encarna y la sociedad renace. Como matrimonios católicos, estamos llamados a ser conscientes de esta altísima vocación: ser arquitectos de civilización desde nuestro propio hogar.
La Familia: Estructura con Misión Divina:
No es casualidad que Dios eligiera la familia como el entorno para la Encarnación de Jesús. La Sagrada Familia de Nazaret (Mt 2:13-15, 19-23) no fue un refugio aislado, sino un modelo activo de obediencia, trabajo y amor social. La familia católica está llamada a ser:
- Escuela de Humanidad: Donde se aprende a respetar, perdonar (Col 3:13) y servir.
- Santuario de Vida: Que acoge, protege y educa en la dignidad desde la concepción hasta la muerte natural.
- Taller de Solidaridad: Que extiende su amor más allá de sus muros (Catecismo de la Iglesia Católica, CCC 2207).
Qué Herramientas Prácticas Fortalecen Nuestra «Iglesia Doméstica» ?:
El «Altar Doméstico»: Un espacio físico (una cruz, una Biblia) que recuerde nuestra identidad sagrada. Oración en común, aunque sea breve (Mt 18:20: «Donde dos o tres se reúnen en mi nombre…»).
Rituales con Sentido: Cenas compartiendo el día, bendiciones al salir/entrar, celebrar festividades litúrgicas en casa. Esto crea cultura familiar.
Proyecto Solidario en Familia: Visitar juntos un asilo, ayudar en un banco de alimentos, acoger a quien está solo. Encarnar la caridad (1 Jn 3:18: «Hijos, no amemos de palabra… sino con obras»).
No olvidemos entonces que La Familia: Más que un Hogar es una Iglesia Doméstica en Misión de servir, que fortalece el día a día nuestro núcleo nuestro entrono.
Gracias por dejarnos tus oraciones y comentarios.
«Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mateo 5:16).
Nuestra familia es esa luz en la colina (Mt 5:14). Cuando vivimos nuestra vocación con fidelidad y alegría, restauramos la confianza en el tejido social y señalamos hacia Dios.
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REMA: Reencuentro Matrimonial en el Amor.